Markel Erleaga (Mendata, 1992) es el responsable técnico de Ventas en la filial que Camozzi Automation tiene en Bizkaia, concretamente en el BIC Bizkaia Ezkerraldea. Estudió Ingeniería Industrial y realizó el máster de especialización en Construcción.

Tras realizar prácticas en Prefabricados Alberdi y trabajar en STEN (Sistemas Técnicos de Encofrados), como responsable del área de Bizkaia, llegó a Camozzi, para colaborar en la creación de la filial Ibérica, que pusieron en marcha hace 5 años, un equipo de 4 personas, con muchas ganas e ilusión.

Camozzi es una empresa internacional, ¿cómo ha llegado al BIC?
Camozzi es un grupo que tiene cinco divisiones, y nosotros estamos en Automation, que es la más grande. Automation es la división potente, que está por todo el mundo.

Camozzi Automation nace en Italia, en 1964, y es una empresa grande y conocida, con filiales por todo el mundo. En España estaba representada a través de un distribuidor exclusivo y en Portugal igual, pero no como marca.

Fue Joao Luis Mota, el que fuera nuestro manager director, el que puso esta filial en marcha. Joao estaba trabajando ya en el BIC, con otra startup creada por él, por lo que conocía este sitio, y sabía de la oportunidad para crecer que brindaba este entorno. La multinacional Camozzi también vio con buenos ojos la oportunidad de crecer en este marco de startups y así se hizo.

Somos una startup dentro de una multinacional. Nosotros arrancamos cuando en Italia abren un macro almacén logístico. La idea era no tener stock en las filiales y centralizarlo todo en Italia. Fuimos la primera filial en trabajar con envío directo. Hacemos toda la gestión, pero el envío al cliente se realiza directamente desde Italia.

Además, estamos colaborando en nuevos proyectos e ideas junto con la central italiana, desde un punto de vista local, buscando soluciones globales.

¿Cuáles son esas facilidades que os brinda el BIC?
Las instalaciones están muy bien y estamos en un entorno de startups. Además, aquí estamos informados sobre temas y ayudas para la innovación que nos está facilitando las cosas en el inicio de la andadura de la empresa.

¿A qué os dedicáis?
Somos fabricantes de productos para la automatización industrial y sistemas de control de fluidos. Dentro de la automatización industrial, trabajamos con tres tecnologías: la neumática, la neumática proporcional y los actuadores eléctricos.

Estamos presentes en sectores tan diversos como la industria, el transporte y ciencias de la vida.

¿Cuáles son los proyectos más importantes en los que estáis inmersos?
A nivel Camozzi global tenemos un proyecto muy interesante en cuanto a pinzas neumáticas inteligentes. La idea nace de transformar una pinza neumática convencional en una pieza que se asemeje a la mano de una persona. Que tenga la capacidad de medir variables como temperatura, peso…

A nivel local estamos, por ejemplo, entrando en un proyecto de un cobot (robots para ayudar a las personas, que trabajan en colaboración con las personas). Necesitaban una pinza neumática especial para un cobot que ayuda a envasar sándwiches. Nosotros hemos hecho la pinza neumática especial que va en ese cobot.

¿Planes a futuro?
Seguir creciendo, seguir con la labor de darnos a conocer a nivel de Península Ibérica e ir entrando en más proyectos. Nos gustaría expandirnos y empezar a estudiar proyectos concretos. Además de buscar colaboraciones.

En estos momentos ya estamos realizando desde las instalaciones del BIC montajes para clientes concretos de procesos de automatización, y es uno de nuestros objetivos, el crecimiento en este tipo de acciones.