Sois la primera empresa de Euskadi en desarrollar la impresora en 3D, ¿Cómo surgió la idea?
La idea surgió en la bienal del 2016 mientras paseábamos por la feria. En aquel momento vimos una máquina de esta tecnología y nos pareció sencillamente fascinante la idea de poder imprimir una pieza metálica que según sale de máquina ya es funcional. Nos vimos con la capacidad técnica de desarrollar una y sencillamente nos pusimos manos a la obra.
Fabricáis impresoras en 3D de metal para aplicaciones industriales. ¿En qué consiste exactamente?
La máquina en si es una impresora 3D en metal de tecnología SLM (Selective Laser Melting). Es una técnica de fabricación aditiva que consiste en ir agregando finas capas de polvo metálico para posteriormente con un láser fundir de manera selectiva ciertas zonas de la capa.
¿ Veis mucha competencia en este sector?
Más que mucha competencia, lo que vemos es competencia muy potente.A día de hoy esta tecnología es cara y exclusiva y hay muy pocos fabricantes, pero que normalmente son grandes multinacionales. Lo que nos hace un poco exóticos es el hecho de que seamos una empresa tan pequeña con esta tecnología.
¿Qué ofrecéis vosotros que el resto no ofrezca?
En primer lugar somos una empresa muy pequeña con menor gasto de infraestructura y esperamos que eso se note en el precio. Creemos que podemos socializar si cabe el precio de esta tecnología.
Por otra parte no dependemos de software de terceros y damos acceso a muchos contenidos que a día de hoy empresas más grandes no dan, como por ejemplo la parametrización de nuevos materiales y gases o la generación de diferentes trayectorias de impresión. Este punto es de interés para aquellas empresas que quieran convertirse en suministradoras de polvo o gas, dado que permite a la empresa ajustar los parámetros de impresión para su polvo o gas con mayor detalle.
¿ Cuál es vuestro siguiente reto?
Por supuesto existen retos a nivel técnico, que siempre estarán ahí, como mejorar la velocidad, la calidad de impresión, el acabado, la usabilidad y la interconexión de la máquina.
Sin embargo ahora mismo el principal reto es lanzar la producción de la máquina y su comercialización.
¿Qué supone para vosotros poder participar en la bienal de la Feria de Máquina herramienta?
Actualmente nos encontramos lanzando el prototipo comercial y esperamos sacar en el 2019 el primer modelo comercial, pero para ello necesitamos cuantificar muy bien la demanda y los recursos necesarios.
Participar en la feria Bienal es esencial para medir correctamente esa demanda. Buscamos clientes tractores, empresas o centros que podrán acceder a esta tecnología a precio de coste de fabricación a cambio de soportar la fase beta del desarrollo.
Por otro lado abriremos una lista de “preorder” con un importante descuento sobre el precio final de la máquina para aquellas empresas que quieran apuntarse a conseguir la nueva máquina en el 2019.
¿Por qué decidisteis emprender?
Si queríamos sacar el proyecto adelante, además de la inversión que habíamos puesto a título personal los socios de la empresa necesitábamos más apoyo. Emprender es la única forma de conseguirlo. Si tu no emprendes por tu propio proyecto nadie va a hacerlo.
¿Animaríais a la gente a hacerlo?
Sin duda, es una experiencia muy gratificante.
Estáis incubados en nuestras instalaciones de BIC Bizkaia Ezkerraldea, ¿Recomendarías a la gente desarrollar sus proyectos en BIC?
Por supuesto. No solo por sus excelentes instalaciones relación calidad – precio, sino sobre todo por el apoyo de la gente que allí trabaja y la red contactos y programas que ponen a tu disposición. De no haber sido por ello, no hubiéramos llegado ni por asomo a donde estamos.